Nuestro Glorioso Señor Jesucristo profetizado
El Verbo echo carne, la vid verdadera, el león de la tribu de Judá, el "Revelatio Divino" es presentado progresivamente en la auto revelación de Dios en la historia de la redención de forma tipologica en Adán, Abel, Noé, el arca, Isaac y su sacrificio, Melquisedec, José, Moisés, los sacrificios de animales, la serpiente levantada en el desierto, las instrucciones para la construcción del tabernáculo y sus elementos de los que se habla brevemente en la carta a los Hebreos, Aaron y el sacerdocio, David, Booz, Jonás en la ballena etc. Pero también fue anunciado de forma profética desde los anales de la creación por un "actus purus"
- En Génesis 3: 15 se profetiza que un descendiente de la mujer (comp. Gálatas 4: 4 “nacido de mujer”) herirá en la cabeza a la serpiente en lo que es conocido como el protoevangelio.
- En Génesis 12: 3 Dios revela a su escogido Abraham que “…serán benditas en ti todas las familias de la tierra.” Esta promesa fue hecha a Abraham a causa de su simiente o descendencia (vs. 7 comp. con Gálatas 3: 8, 16), de manera que de algún modo, pudo ver “el día” de Cristo (Jn. 8.56).
- En Génesis 49: 10, Jacob profetiza que “…no será quitado el cetro de Judá, ni el legislador de entre sus pies, hasta que venga SILOH, y a él se congregarán los pueblos” (comp. Con Juan 12: 32).
- En Números 24:17, Balaam se ve forzado a profetizar que, en un futuro no cercano, “…saldrá la ESTRELLA de Jacob, y se levantará el cetro de Israel.” Como advierte en una nota a este versículo la Biblia de Jerusalén, “en el oriente antiguo, la estrella es el signo de un dios; de ahí pasó a ser signo de un rey divinizado”. Si comparamos este texto con Apocalipsis 22: 16: “Yo Jesús…Soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana...”, entendemos mejor por qué los magos de oriente atraídos por la estrella de Jesús vinieron a ofrecer presentes a un Dios y a un rey. (Mateo 2: 1 –11).
- Deuteronomio 18: 15 dice: “Profeta de en medio de ti, de tus hermanos, como yo, te levantará Jehová tu Dios; a él oiréis”. Serán los profetas los que van a continuar trayendo la Palabra de Dios. Pero este versículo y el 18 hablan de un profeta concreto como Moisés.
- Si de la Ley pasamos a los Escritos y a los Profetas vemos que los Salmos 2, 22, 45 y 110 tienen un sentido claramente mesiánico, como puede verse por las referencias que a ellos hace el Nuevo Testamento. El salmo 2 anuncia el reinado del Mesías; el 22, sus padecimientos y su liberación; el 45 su fiesta nupcial; y el 110, su eterno sacerdocio, que es un sacerdocio regio (comp. Con 1 Pedro 2: 9).
- Salmo 68: 18. “Subiste a lo alto, cautivaste la cautividad, tomaste dones para los hombres, y también para los rebeldes, para que habite entre ellos JAH Dios”.
- Salmo 69: 21. “Me pusieron además hiel por comida, y en mi sed me dieron a beber vinagre”.
- Salmo 118: 22. “La piedra que desecharon los edificadores ha venido a ser cabeza del Ángulo”.
- Salmo 132: 11. “En verdad juró Jehová a David, y no se retractará de ello: de tu descendencia pondré sobre tu trono”.
- Isaías 2: 4. “Y juzgará entre las naciones, y reprenderá a muchos pueblos; y volverán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra”.
- Isaías 7: 14 profetiza su nacimiento y su nombre “Emmanuel” (Dios con nosotros); 9: 6 sus títulos mesiánicos; 11: 1 – 5 la plenitud de los dones del Espíritu Santo sobre El para que gobierne con toda Justicia; todo el 53 anuncia la Obra Sustitutoria del Calvario; 61: 1 – 3 la proclamación de la Buena Nueva Liberadora.
- Jeremías 23: 5 – 6 y 33: 14 – 17 nos hablan del Rey Mesías descendiente y sucesor de David, bajo cuyo reinado se hará plena justicia, “será Salvo Judá, e Israel habitará confiado”
- Ezequiel 17: 22. “Así ha dicho Jehová el Señor: Tomaré yo del cogollo de aquel alto cedro, y lo plantaré; del principal de sus renuevos cortaré un tallo, y lo plantaré sobre el monte alto y sublime”.
- Daniel 2: 34, 44. “Estabas mirando, hasta que una piedra fue cortada, no con mano, e hirió a la imagen en sus pies de hierro y de barro cocido, y los desmenuzó. Y en los días de estos reyes el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás destruido, ni será el reino dejado a otro pueblo; desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, pero él permanecerá para siempre”.
- Daniel 7: 13. “Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él”.
- Daniel 9: 24 – 27, profiere la famosa profecía de las 70 semanas, dentro de las cuales “se quitará la vida al Mesías”.
- Miqueas 5: 2. “Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad”.
- En Hageo 2.7 se anuncia que el nuevo templo se llenará de la gloria cuando venga “el Deseado de todas las Naciones”.
- A Zacarías le es revelado que el verdadero rey de Jerusalén vendrá sobre ella, “justo y salvador, humilde cabalgando sobre un asno”, conforme refieren Mt. 21.5; Jn. Zacarías 3: 8; 6: 12; 9: 9; 11: 12; 12: 10; 12.15;13: 7.
- Malaquías el que cierra la cuenta de los profetas del Antiguo Testamento, predice la preparación del Precursor y del propio Mesías: Malaquías 3: 1. “He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de mí; y vendrá súbitamente a su templo el Señor a quien vosotros buscáis, y el ángel del pacto, a quien deseáis vosotros. He aquí viene, ha dicho Jehová de los ejércitos”.
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